Dale la
bienvenida a tu niña interior que te sonríe plácidamente y te invita a
relajarte y saborear el placer de vivir junto a ella. Está ahora
recostada en tu corazón, comunicándose
con los seres alados de los que procede y que tanto la protegen. Tu
niña te ha ayudado a sobrevivir y ahora recoges su fuerza para
sobreponerte, sanar y sanar a los demás, cuando llegue el momento. Es
una niña vivaracha y simpática a quien la tiene admirada
la belleza de la naturaleza y la paz y la sensación de amplitud que se
respira en ella.
Ella acaricia
sus alas invisibles pero que la ayudan a volar y avanzar con el
desprendimiento y la inocencia de una mente sanada que ha aprendido a
dejar de juzgar y aceptar
la perfección en todo lo que mira. Pronto mirarás con la ecuanimidad y
la dulzura de su carita bella, bendecida por la luz de las estrellas.
Esa niña te va a enseñar a amar y a apasionarte por la vida. Invoca a
tus ancestros para que te procuren todo lo necesario
para enamorarte de la vida y bañarte en las aguas cuya corriente fluye a
tu favor.
Siente la
libertad que ella siente al correr, caminar y bailar movimientos
armónicos, ovalados, curvados, suaves y sensuales. Es una sensualidad
limpia como la que emana la
belleza de una flor al abrirse a la luz del sol. La obra de la
naturaleza es un canto a la sensualidad y la reproducción, a la vida que
nunca cesa pues tras una muerte hay una nueva vida, un renacimiento de
la vida que dejó de ser pero que se sigue prolongando
gracias a la acción imparable de su ser eterno y divino.
Vas a sentir a
tu madre hada más cerca y vas a abrazarla y sentir su amor, el mismo que
tú transferirás a la madre Tierra y a sus integrantes desde los
minerales, los vegetales,
las aguas, las montañas, el fuego, el aire y la humanidad. Vas a
contribuir a que los demás se abran pero no por imposición sino por la
acción natural de su ser y el desprendimiento o desasimiento del ego.
Vas a hacer sin pretenderlo porque has aprendido que
con la imposición lo único que se consigue es una mayor resistencia y
mayor dolor con el consecuente crecimiento, posicionamiento y
emponderación del ego.
Con amor sin
condiciones, el que tu madre hada te transmitió, se consigue mucho más
con menos esfuerzo porque no impones, no tratas de convencer a otro para
que acepte tus valores
conceptuales sino que dejas espacio para que sea el otro que decida por
sí mismo y actúe escuchando a su corazón y a su intuición.
Bebes de las
aguas del conocimiento y refrescas tu alma con amor, seguridad y fe en
la vida. Todo estará al abasto, cuando lo necesites y la información te
irá llegando para
completarte y compenetrarte cada vez más con la fuerza de la luz de tu
alma hasta sentirte plena de ti misma y de la belleza que te rodea.
Bella niña,
ábrete, manifiéstate y rodéate de la perfección, la plenitud y
la radiación de la luz de la que provienes. Las ondas se funden contigo
en un baile lento y pausado
donde recibes información kármica de liberación y de santidad. Trabaja
la luz en la luz y ella encenderá la luz de tu nuevo camino de
renacimiento interior balsámico y tonificante. Di sí ahora y el proceso
se iniciará.
Bella, estamos contigo.
Tus guías de
luz.
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