Canalización de los guías

Querida E__:

Tus guías comprendemos que estés dolida con las vida por el sufrimiento que te hayan inflingido tus días de vida en este planeta. Eso ha permitido una limpieza de karma en esta encarnación que arrastrabas de mucho atrás y también te ha facilitado que almas desvalidas e indefensas con dolor a cuestas recibieran tu atención a fin de completar vuestro crecimiento y adoptar nuevos rumbos en vidas posteriores, aún a costa de tu dolor en esta tuya. 

No te has dejado vencer debido a la fortaleza que has cosechado vida tras vida y aunque pueden haberte hecho creer que tu mente no está cuerda, en realidad, es una mente totalmente cuerda y lúcida que está despertando de un mal sueño o sueño maldito. 

Ante las subidas y bajadas de la vida, te pedimos que aprendas en meditación a adoptar una actitud de eterno contacto con tu paz mental antes olvidada y relegada. Ahora quédate pegada a ella, agarrada, ligada a ella de por vida. Habla y quéjate menos, sánate con mantras interiores pronunciados en silencio y será el silencio y la quietud quienes se instalen en tu temblorosa realidad. 

En el trato con los demás, temes recibir de nuevo el dolor y la frustración qeu el pasado te dejó. Lo comprendemos, pero eso puedes vencerlo marcando distancia prudencial o indefinida con quienes tu corazón te dicte. Otra solución es aceptar que los demás te hacen de espejo y, por tanto, vienen a enseñarte con su comportamiento qué cualidades y qué defectos escondes en ti. 

Si los demás pasan demasiado de largo, algo estás tú pasando por alto. Si los demás parlotean demasiado, tú habla menos para contrarrestar e integrar la virtud del silencio en tu corazón. Además, al actuar de este modo, provocarás que vuestras vibraciones vayan separándose, distanciándose, conforme se vuelvan diferentes. Utiliza, querida E__, de este modo la actitud que tú etiquetas como negativa en los demás, para saber qué hacer contigo, en ti, para elevar tu vibración. Si ellos faltan al respeto, tú respeta, empezando por respetarte a ti, si ellos manifiestan carencia económica, tú visualízate y convéncete de que eres una niña preciosa, próspera y bien cuidada y amada por la vida. 

Nosotros te vemos en un campo de hierba fresca donde de pequeña fuiste feliz, allí te sentías en paz. Vete corriendo a ese escenario mental y tráete a tu realidad esa calma, ese serenidad, esa armonía y báñate en ella, en el lago de la calma. 

Sana tu infancia, E__, reconciliándote con la niña que eres y llévala a tu corazón para hacerla sonreír. Siéntete chiquilla y haz lo posible por ser libre como los niños y estar satisfecha con lo más insignificante. Un niño no precisa de mucho para ser feliz y agradecido gracias a su inocencia, a su frescura y a su falta de juicio sancionador. 

Túmbate cómodamente en el sofá, échate y cierra los ojos, mientras te tomas una infusión relajante y caliente y llévate atrás en el tiempo. Vete a ti misma siendo niña y visualízate como te hubiera gustado que fuera todo: con una familia unida, en un hogar de juegos y risas. Dátelo todo ahora y perdona, si no fue. Percibe que, después de todo, has encontrado momentos de felicidad sobre todo cuando te has alzado como una niña sin carencia pues a ella le has brindado cuanto necesitaba en tu vista atrás. Imagina como un cristal de colores sanador la llena de energía y borra su dolor y después haz lo mismo con la adulta que eres. En ti, habrá más dolor que en tu niña interior, así que si el proceso de sanación se prolongará más, no pasa nada, sigue adelante hasta que sientas que los colores van cerrando y limpiando heridas y, finalmente, toma de la mano a tu niña y llévatela para siempre adentro de ti, al corazón. A partir de ahora seréis una misma y vas a escucharla y escucharte. La vida es un juego y al final os habéis encontrado. A veces el juego no resulta fácil pero la paz es tu gran premio, ese premio que vas a conquistar. Yu niña interior te va a ayudar.

Fíjate, E__, en lo bueno de los demás. Eso bueno también reside en ti, aunque no lo creas. Entonces, te pedimos que lo potencies, que tomes conciencia, lo reconozcas y lo agradezcas. Puedes tener contacto con los demás, si no te altera el hacerlo. Si te incomoda hacerlo, estás en tu pleno derecho de proteger tu espacio a fin de no dañar tu autoestima ni lo que te marca tu intuición. Si no lo deseas, por algo será, y no le des más vueltas. No seas dura contigo misma. Ya te abrirás con quien sea adecuado hacerlo, suavemente, como una flor en primavera. 

Que te cierres puede implicar que todavía precisas pasar tiempo a solas, aclararte, escuchándote, mimándote, reconociéndote como tu mejor amiga y sentir el placer de la soledad como la herramienta o la bendición que permite que ante ti, como única testigo, se abra ese chorro de espiritualidad saboreado en la intimidad que te está predestinado y que estás investigando como crecimiento y alimento del alma inquieta que eres.

En el pasado no disfrutaste de pasar a tiempo solas contigo por el simple placer de hacerlo, ahora sí, así que, si así te lo pide el corazón, adelante, acurrúcate en él y cántale nanas a tu niña interior para que se quede dormidita contigo en el sofá y os veáis despertar con una sonrisa en el rostro. Disfruta de paseos, lleva a tu niña al parque a jugar, si no lo hacía de chica o quédate en un banco sentada viendo como disfruta, disfruta de la lectura, mira la belleza y encuentra la que tú albergas dentro.

Utiliza lo que tu intuición te pida para curarte e ir disolviendo poco a poco el dolor que te paraliza. No dejes que te siga inmobilizando el alma. Da las gracias a ese dolor porque gracias a él, has reaccionado y te has dado cuenta de que es necesario hurgar adentro para sacar el coraje de la gran mujer en que te has convertido y  di a tu dolor que ya no te es necesario, que ya no le temes, que te ha vuelto más fuerte y que, por eso, lo despides con amor y sin rencor. Los que te dañaron ya no están y el sufrimiento ha dejado de ser tu compañero para dar la bienvenida al amor que desde ahora sientes por ti. 

Estás aprendiendo a amarte más que nunca y tu mirada va a arder en destellos de ilusión como la estrella de luz divina que eres. 

Aprende a estar en paz con cada vaivén de la vida. En ti hay un centro de amor y de paz que ya nada va a conseguir tambalear, ese centro poderoso es tu alma bendita que te anima a encender su luz y a sentirte bien en tu lugar en este planeta. 

Acepta la incomodidad de las circunstancias y de la presencia de algunas personas y, si te apetece, di no, sonriendo, sin sentirte mal por ello y, si no es posible, habla poco para no darles demasiadas confianzas ni permitirles ocupar tu espacio. Conforme vayas disolviendo tus bloqueos (con mantras sanadores, audios, lecturas inspiradoras, etc.), personas inspiradas y de corazón noble irán apareciendo en tu camino, muestra de que estarás elevando tu vibración personal y cuando las veas, el corazón ya no te dará un vuelco o te pedirá que huyas, no te sientirás mal, sino que te pedirá que entables una conversación. Pero el proceso de abrirse ha de ser cauteloso, lento pues en la vida no hay que tener prisa y sí aceptar la dilatación o desarrollo natural de todo proceso.    

No te exijas demasiado a ti misma, aunque los demás sí lo hicieron. Compréndete y entiende tus motivos de actuación y comprendiéndtote a ti, comprenderás la actitud de los demás y dejarás de tenerles tanta aversión al entender que los aprisiona el ego del que tú estás aprendiendo a liberarte. Eso te hará ser más empática y compasiva, de forma natural, incluso tendrás ganas de ayudar porque ya te habrás ayudado a ti misma, habiéndote tomado todo el tiempo necesario para ello. Alejarás el odio, la rabia y la impotencia al convertirte en canal de luz. 

Tu entorno, E__, es tu espejo, así que esfuérzate por ver tus reflejos en el exterior y embellecerlos, transformándote pacientemente a ti misma. Complácete a ti misma, no a los demás, si eso ya no es de tu gusto. Si te embelleces a ti, lo demás adquirirá su belleza natural.

Tu entorno irá cobrando más sentido y se convertirá en una fuente de información sobre el estado de tu evolución. 

Sé desinteresada, desapegada, pero no actúes con dejadez, sino con compromiso y responsabilidad. Deja la dejadez para los que no aman la vida y vienen a aprovecharse de ella sin ser conscientes del elevado precio que después van a pagar por ello.

Procura en la medida de lo posible hacer lo que te gusta sobre todo en tu tiempo libre pues has venido a la Tierra a descubrir tu vocación y dones y a ejercerlos desde la paz del corazón y la luz del espíritu. No dudes más de ti y, si sientes dolor, date la oportunidad de sentirlo, así lo mismo harás cuando sientas alegría pero siente ambas cosas en paz. Date una nueva oportunidad ahora más limpia, más pura, más elevada tu energía. 

Date una nueva oportunidad para ser lo que has venido a ser y confía en que la vida ya no va a dejarte sino a escucharte.

Acepta el reto que te lanzamos tus guías: el reto de vivir y de sentir ahora la llamarada de la vida, sin dejar que se te escape. Esa llamarada de energía te acariciara el alma y te convertirá en una alumna aventajada que no se deja atrapar en lo externo y que llora al percibir el mayor de los milagros: ella misma. Así te vemos nosotros.

Gracias, E__, por haber aprendido de tus errores y por no haberte ensañado con quienes te transmitieron duras lecciones. Pide a tu yo superior que corte todos los bloqueos o dolor que todavía compartes con otros que se presenten ante ti, si así sientes que debes hacerlo.

Tus guías de luz, ángeles y hadas que formamos parte de tu camino y que volamos silenciosos a tu alrededor.                           

Para E__