Contacto contigo, mi querida nieta, para impulsarte en tu camino a que sigas tu propia voz, a que seas tu propia brújula y no escuches a algunos charlatanes cuyo mensaje el tiempo ha demostrado que es falso. Son seguidores insconscientes de la oscuridad y el engaño a la humanidad propio e inherente a la dualidad. Tú, en cambio, mi querida nieta debes vibrar únicamente en la luz y estás preparada para ello.
Deja pasar de largo todo aquello que no vibra al unísono con tu alma y, por tanto, no valores a quien no lo merece. Por el contrario, concéntrate en el brillo inocente del corazón de los niños, del alma de un ángel o de las alas de las hadas. Ellas están siempre contigo y te acompañanan en su vuelo lleno de verdad y cuentos donde ellas son sus protagonistas, siempre atentas a las palabras y los pasos de los niños y de los adultos que no han olvidado su infancia.
Proclama a los cuatro vientos la presencia y los secretos del Reino de las Hadas y no permitas que nada empañe tu misión discreta, silenciosa y reservada para aquellos que conservan la sensibilidad en sus corazones, constituyendo ella su bandera y su cetro. Descúbrete ante el mundo como un paje que anuncia a su reina y deja que cada uno elija venerarla o no. ESigue elevando a las hadas en tu mundo de forma tan natural como el batir de las alas de los pájaros en libertad y hallarás ayuda para ello, más de la que imaginas pues ellas tienen el don de llegar allá donde se las necesita.
No dudes de tus dones, todos ellos te han sido otorgados por elección propia pero recuerda que para que adquieran su máximo grado de potencialidad deben de ser puestos en marcha desde un corazón limpio, de latir claro y fuerte en la sangre de la verdad. Es la que se forma como consecuencia de seguir únicamente a la voz de la prudencia, la intuición y la confianza en la luz del aura y de todo tu campo energético, cada vez más fortalecido si sigues a tu verdad, aquella que te insufla vida y que viniste a descubrir sin prisas para saborearla más y reconocerla con certeza. En tu camino, no te faltarán corazones afines al tuyo los cuales apoyarán tu versión y te impulsarán con desinterés y con desapego pues una verdad no puede tratar de poseerse tan sólo experimentarla como legítimo abanderado de ella
Tus abuelos hemos tratado de llegar este año más que nunca a ti y seguiremos contigo para desvelarte las maravillas de tu mensaje y de los milagros que estás predestinada a hacer. Te queremos muchísimo y te vemos bellísima desde tu velo de luz infinita por el que sigue sonriendo la niña hermosa que siempre has sido. Te vemos preciosa como los ángeles y jugando con ellos, resbalando con ellos por las nubes como un tobogán.
Te seguirán descubriendo a ti misma en soledad, en recogimiento, recuerda que no debes escuchar a los farsantes sino saber identificarlos y dejarlos marchar para seguir, de este modo, en tu camino de verdad y de autodescubrimiento que te conducirá a la hada que realmente eres y reflejarte en el estanque donde yacen tantos conocimientos esperando a serte revelados de nuevo. Llegarás a tu herencia en su momento.
Cree en ti misma y piensa antes de actuar, no te precipites y sigue sin prisas. La vida seguirá apoyánte en tus propósitos por lo que sonrisa de las flores a tu paso estallará cuando pases cerca de ellas.
Sigue abriéndote como la flor del amanecer y dejándote llevar por tu brújula y estrella interior, permite que aflore la voz de tu ser, contempla a la del ego como un duende travieso que debe dejar de serlo y dar a la mano al ser para convertirse en uno y dejar de juzgar y elucubrar. Juzgar es cansado, convierte tu vida en un hastío y te aparta de la belleza, la libertad, la grandeza y la ligereza de la mente neutral, ecuánime, aquella que has venido a conquistar con tu espalda y donde reside tu cetro interior. Tómalo con dignidad y no te apartes nunca de su luz y su verdad.
Sigue amando al planeta Tierra como la madre que es y ella te bendecirá con momentos mágicos y perfectos donde tus hadas, duendes, gnomos y elfos nos complacemos en compartir tu felicidad y tu plenitud.
De tu abuela y tus abuelos junto a los seres elementales del bosque
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