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domingo, 2 de junio de 2013

Canalización de los guías

Es muy importante honrar la ley del karma, respetarla y respirarla en cada uno de tus actos. 

Todos los actos en la Tierra tienen consecuencias y las personas se lamentan sin ser conscientes de que ellos con sus actos han creado esa experiencia. 

Cuando manifiestes incoherencia hacia la ley del karma, tomando consciencia por ejemplo de que tus palabras no son afines a tu forma de pensar, entonces, pide perdón a la consciencia y repara tu error desde el pensamiento a fin de que en próximas ocasiones éste se corresponda exactamente con tus actos. Así, la consecuencias kármicas o son mínimas o no se generan.

Comprender el proceso evolutivo de los que pretender incordiar, hará que sientas compasión y que comprendas que cada cual sigue su camino y que recoge sus frutos, lo quiera o no. Luego, de nada le sirven al Universo las quejas o lamentaciones del fruto que recoge el que ha generado los actos pues toda experiencia se repite hasta una toma de conciencia. En cuanto se produce la toma, hay que reparar el acto o actos y a quienes se perjudicó salvo que algún perjudicado esté completamente en paz y sienta que la deuda hacia él gestá pagada y, entonces, si la guía divina se aviene, la deuda puede pagarse hacia otro u otros que se lo merezcan y que consideren que deben ser pagados o hacia una situación que provoque que el deudor va a pagar lo adeudado, aunque esto sólo se produce excepcionalmente si la situación de karma lo requiere pues normalmente las deudas se pagan a quienes resultan perjudicados y de esta forma las relaciones se sanan, aunque esto implique muchas vidas. Pero si se genera una deuda, ésta siempre va a acabar pagándose. Lo mismo con los actos del corazón que siempre aportarán fruto de dicha y alegría.     

El karma tiene muchas particularidades en función de los casos pero todo acto en la Tierra genera consecuencias independientemente de que se haga conscientemente o no.

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