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lunes, 22 de julio de 2013

Canalización de los guías

Has disfrutado de baños de sal refrescantes y relajantes y has sanado tu aura. Te hacía falta restablecerte y aposentarte en el ser.

Disfrutar de momentos para estar contigo y con los que más quieres constituye para ti un regalo de la vida y te lleva a un estadio de bienestar y plenitud donde no precisas de nada más que del instante.

El aroma suave y profundo de flores de clima tropical ha invadido tus días y te ha inspirado bellas letras. La luna llena te ha impregnado de energía de transformación y magia y te ha irradiado luz que te aportará noticias frescas, tan frescas como las hermosas flores que te han rodeado estos días.

Te sientes cuidada por la vida, como si una esencial vital y vibrante presidiera tus momentos y les insuflara iluminación y elevación.

Captas, de este modo, esta esencia sutil que todo lo conforma, aunque ella no disponga de ninguna forma. 

Lo no manifestado llega a ti como una dulce caricia que siempre estuvo contigo como los latidos de tu corazón. Lo recibes libre de expectativas.
 
Las estrellas se muestran encantadas de ser contempladas por poetas y trabajadores de la luz que las consideran presentes divinos, engendradas por dioses. En el espacio infinito se configura tanta perfección que sólo puede provenir del amor, de una fuerza amorosa que reside en todo y de lo que todo se alimenta, incluso la oscuridad, la cual proviene de la luz.

Como si abrieras una caja de bombones, contemplas la vida de una forma nueva y encuentras regalos allá donde poses tu mirada. Ves el mundo como los niños, que se sorprenden ante todo y consideran lo mínimo como la más grande de las maravillas. El espíritu infantil e inocente se pasea por tu vida como las olas del mar, en un ir y venir que te recuerda que sigas sintiéndote niña el resto de tu existencia y te rindas al juego de la vida, ese juego que adopta un nuevo rumbo y te muestra tu mejor faceta.

Tu cara de niña sonríe con más brillo que nunca y luce radiante como el sol. Agradeces el momento como el mejor de los obsequios y el mejor de los regalos acaba personificándose en cada minuto vivido.

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