Las ninfas danzan en el lago repleto de nenúfares y rodeado de otras flores exóticas.
Hay una planta en forma de camándula que te envía su energía y te hace llegar su profundo significado. Este lugar está rodeado de misticismo e impregnado de una brisa ligera y espiritual que lo llena todo de luz. El amanecer espera a poder abrir los ojos pues de momento es la noche quien impera aquí.
La oscuridad preserva la intimidad de las ninfas y que no puedan ser vistas. No hay muchas personas que hayan visitado este lugar, reservado a personas amantes de la intimidad y del silencio. El canto de los búhos, lechuzas y otros pájaros de costumbres nocturnas ameniza este valle y le da la mano al silencio. Los ángeles rozan el lugar con sus alas de plumas y dejan caer algunas de ellas para que aquellos a quienes lleguen reciban bendiciones y cuidados. Tú estás allí, abres tus manos y una de esas plumas cae en la palma de tu mano derecha y la recibes con una sonrisa.
Te sientes cuidada y escuchada por la magia del lugar que te canta con dulzura, como una madre que le canta a su hijo para calmarlo. Percibes ese canto maternal en el sonido de fondo del bosque y en la corriente del manantial tan suave y relajante que te quedaría dormida, mirando a las estrellas.
El encanto y la simbología de este lugar te ha ofrecido un punto de encuentro con tu ser, con lo que trabajaste en otras vidas y ahora vienes a completarlo en completa paz. Te hallas ante lo que fuiste y representaste en ese templo sagrado y que ahora recoges como la más preciada de las semillas y de las cosechas. Dehesa de la luz, ofreces tu conocimiento para servir a fines nobles y ahora dispones de todos los medios para continuar haciendo eso y convertirlo en el centro de tu vida. Sacerdotisa del tiempo y de las hadas, tu vestido blanco y ligero compite con la pureza de las estrellas. Una camándula tallada en la roca de ese templo te recuerda que tú lo utilizaste antaño como intrumento de fe y de poder desde la sencillez del corazón y también fue usado por representar a la espiritualidad a la que estabas consagrada.
Ahora todo ese legado que dejaste, retorna a ti como un boomerang para que sigas llevando la magia a la Tierra y la filosofía de las hadas. Ellas te celebran y bailan en tu honor, embebiéndose de ese hálito de diversión que rige su mundo. Toma tu cetro y dirígelo a la cúspide, a la bóveda pentagonal que respira luz y que te está esperando. Verás que es como si pudieras hablar con ella y que ella te transmite sus secretos.
Como una flor que se despereza al despuntar los primeros rayos de sol, tú has florecido desde que llegaste a este lugar que te ha acogido con los brazos abiertos. Sus gentes no son muy habladoras algo que agradeces pues te cargaste en el pasado con demasiadas personas charlatanas lo que te enseñó que las personas sabias hablan despacio y no siempre son generosas en palabras pero sí en actos.
Así es esta tierra actúa en cada instante sin palabras pero con señales evidentes de que éste es tu lugar en el mundo. Abrazálo y empezad a charlar como viejos amigos.
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